Dentro de veinte años estarás más arrepentid@ por las cosas que no hiciste que por las que hiciste.
                                                                                                              Mark Twain

La zona de confort es uno de los conceptos “más trillados” del desarrollo profesional y personal, aunque para mi continúa teniendo un valor pedagógico potente, porque señala de manera sencilla algo esencial que viene bien comprender si queremos crecer como personas.


El ser humano evoluciona dejando atrás lugares conocidos y conquistando nuevos territorios donde ensanchamos límites. En cada cambio de escenario, la oportunidad y la amenaza están presentes. Hay tanta necesidad de avanzar como miedo a hacerlo, un miedo más o menos consciente que nos puede franquear el paso. Las ganas de cambio y la resistencia al mismo pugnan por ganar la batalla.

COMODIDAD ENDORMECEDORA
Como decían Yerkes-Dodson, un cierto grado de comodidad nos permite funcionar en la vida: facilita la toma de decisiones, el actuar, la creatividad… Pero un exceso puede debilitarnos porque en ese espacio “cómodo” podemos estancarnos. Los seres humanos no somos una foto fija, “estamos en evolución” y nos desarrollamos a través de nuevas experiencias. Si las evitamos nuestro potencial no despierta.
OBSERVANDO
Salir de la zona de confort es aplicable a los grandes y los pequeños retos de la vida. La necesidad de dejar atrás puede ponérnosla la vida delante o puede que la veamos nosotros sin más. Se puede aplicar a todo un conjunto de macro y micro límites.
Podemos observarla en rutinas que nos amodorran, maneras de hacer automáticas, esquemas de ver la realidad. A veces lo más palpable es lo que hacemos o dejamos de hacer, pero detrás de lo evidente están las creencias y patrones mentales que nos susurran lo que podemos o no hacer, lo que está bien o no, etc.
TRANSGREDIR LA AUTOIMAGEN
Un concepto que se utiliza mucho en psicología es el de «autoimagen». Las personas tendemos a configurarnos en torno a un esquema que nos sirve para decir “Yo soy así”. El trabajo personal nos ayuda a liberarnos de ese “yo soy” como algo rígido. Vivir es expandirse, dejar etapas y capas de nosotros mismos que quizá nos sirvieron durante parte del trayecto y que ya se nos quedaron pequeñas u obsoletas.
DESMONTANDO CREENCIAS
Lanzarte a descubrir un lugar nuevo de ti o de afuera, te pondrá frente por frente con tus creencias acerca de lo que puedes o no hacer. Muchas de estas creencias las oirás muy claro, otras sabotearán a modo silencioso lo que quieras hacer sin apenas darte cuenta: a modo desidia, aburrimiento o rechazo. Desvelarlas es clave para poder avanzar en la vida.
SOSTENIENDO EL MIEDO Y LA ANSIEDAD
Salir de los esquemas y mundos conocidos nos puede generar ansiedad, así como frustración por no saber manejarnos del todo ante lo nuevo. La zona de aprendizaje se da cuando en lugar de huir nos quedamos, a pesar del miedo y el estrés que aparezcan. Aprender a sostener la movida emocional que los cambios pueden acarrear, forma parte de este viaje.
PEQUEÑOS PASOS
La vida nos saca de la zona de confort o nosotros somos quienes decidimos exponernos. Sea como sea, se hace poco a poco, es parte de un proceso no de un salto al vacío. Si somos capaces de pasar a la acción en pequeños grandes gestos, la montaña se mueve y es más fácil no entrar en el pánico.
LA PRIMERA VEZ
Siempre hay una primera vez, y esa primera vez no es la conquista de todo, sino el paso necesario para hacer un nuevo camino. Nadie nace sabiendo, y una de las virtudes que conviene cultivar es la humildad para volver a empezar. Nuestras fortalezas están hechas, en la mayoría de los casos, de muchas primeras veces donde fuimos capaces de aprender algo nuevo.
CONCIENCIA, NO IMPOSICIÓN
“No hay que salir de ningún sitio”, no es cuestión de exigencia ni imposición social. Hay que querer hacerlo porque somos conscientes que lo necesitamos. La zona de confort fundamentalmente está apoyada en nuestros esquemas mentales, y si no hay una toma de conciencia potente de éstos y de las limitaciones que nos acarrean, la gasolina de la motivación no estará disponible para aventurarnos hacia lo nuevo.
AMABILIDAD MEJOR QUE EXIGENCIA
Parte de lo que hace que tengamos ganas de explorar el mundo o que éste nos dé miedo, es el aliento o desaliento que nos acompaña a hacerlo. Es más sano que aprendas a acompañarte con paciencia “real” y estimularte con cariño, que hacerlo con castigo. Se trata de que le cojamos el gusto a salir del cascarón y abrirnos a la vida tantas veces como lo necesitemos, de nacer muchas veces consiste, en buena parte, la aventura de estar viv@s.

 

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