Leticia Ruifernández en Rincón Cubelli

Dedicarte a tu trabajo es un ejercicio de libertad que también conlleva importantes renuncias.

Leticia Ruifernández

Hoy tenemos en Rincón Cubelli a Leticia Ruifernández, una mujer dedicada fundamentalmente a la ilustración de libros, que nos contará cómo es apostar y construir su propio trabajo y cuáles son sus aprendizajes en este camino. Su entrevista está llena de transparencia, belleza y valor, así que os recomiendo no perdérsela.

 

¿Quién eres y a qué te dedicas?

Soy ilustradora. Fundamentalmente hago libros, libros ilustrados. En muchos hago las imágenes, en otros también escribo el texto. Trabajo en literatura infantil (es el ámbito que más acostumbramos a ver libros ilustrados, pero también de adultos). Me gusta especialmente ilustrar poesía.

Soy una enamorada de los libros, y es lo que más me gusta crear, pero también hago otro tipo de ilustraciones (carteles, discos, etiquetas, entre otros)
Otra parte importante de mi trabajo es la que hago en torno a la educación: talleres de creatividad, murales efímeros colectivos, etc.

Estudié la carrera de arquitectura, porque me gustaba mucho y era la única carrera en la que podía estudiar física e historia del arte a la vez. La hice con la intención de formarme, pero mi pasión es la pintura y sabía que quería dedicarme a pintar. Ilustrar es una manera de contar a través de las imágenes, que es lo que hago. El mercado del Arte no me interesaba nada y fui consciente de que a través de los libros mi trabajo podía ser accesible para mucha más gente.

Ya desde que estaba en la carrera comencé a ilustrar, y a crear libros a partir de las experiencias de mis viajes por Latinoamérica. Ahí cree mis primeros Calendarios Lunares, un proyecto personal que lleva ya más de 20 años de recorrido.

Desde entonces he publicado cerca de cuarenta libros ilustrados, tanto en España como en el extranjero (Italia, Canadá, Korea…) y mi trabajo ha sido reconocido con premios diversos.

¿Qué aprendizajes has sacado de estos años? ¿qué consideras a modo “claves”, que puede ser útil desde tu experiencia para tener en cuenta por alguien que quiere impulsar un proyecto propio, sobre todo en un sector cómo el tuyo?

Me parecen fundamentales algunas cosas como:
Encontrar tu propia voz. En un mundo hiperconectado es muy difícil a veces saber qué es lo que tú tienes que decir y cómo lo quieres decir. En el caso de mi trabajo implica qué historias quieres contar y cuál es tu manera o tu estilo para contarlas. ¿Y cómo se llega a eso? Tienes que saber qué es lo que te gusta, conocerlo, y cuando tienes ese amor entonces nadie va a poder contarlo y transmitirlo mejor que tú.
Para encontrar tu propia manera de contar, tienes que dedicar tiempo al silencio. A no estar viendo lo que hacen otros o cómo lo hacen. Se requiere tiempo de silencio, tiempo de aburrimiento. Ahí viene la inspiración. La inspiración no llega mirando las redes sociales.
Aprender a decir que no. He aprendido a decir que no a proyectos en los que no creo, a historias que no me dicen nada, porque ¿cómo voy a poder yo conmover a alguien con algo que a mí no me gusta? Este trabajo (y cualquiera) lleva muchas horas. Por lo menos intentemos ponerlas en algo en los que creamos.
La siembra. Si no hay siembra, no hay cosecha. Hay que estar proponiendo, creando, mostrando, haciendo talleres, colaborando en proyectos en los que muchas veces pagan mal, o nada, pero es sembrar. De pronto empiezan a salir publicaciones, te llaman de un sitio donde te vieron hace muchos años, vas a trabajar a donde no te podías ni imaginar. Hay semillas que tardan muchos años en germinar. Hay muchas que se las comen los pájaros. Pero algunas saldrán. Es cuestión de perseverancia. Te tiene que apasionar este trabajo porque los tiempos de sembrar son largos y a veces, oscuros.

¿Qué te aporta trabajar por cuenta propia? ¿Y qué aspectos te son más complicados de llevar?

Trabajar por cuenta propia a mí me gusta mucho. Yo decido qué hacer y cómo hacerlo.

Soy constante y perseverante, por eso puedo trabajar por mi cuenta. Si eres autónoma, todo se va a conjurar para que ese día no vayas a trabajar (se va a romper la lavadora, habrá que hacer comida, te llamarán para acompañar a tu madre a no sé dónde, el teléfono no parará de sonar…) pero tienes que tener el compromiso contigo y con tu proyecto y dejar todo a un lado (como dejan los que van a trabajar por cuenta ajena) y respetar el horario que te pongas.

Ser autónoma conlleva saber de números, de gestiones, de comunicación, de IRPF, etc. No todo el trabajo es creativo y superior. Yo calculo que paso un 75% del tiempo entre la gestión, la comunicación, papeleos, presentando proyectos, etc.… y un 25% de creación. Si te vas a dedicar a ser autónomo, a no ser que puedas permitirte que otra persona realice todo ese trabajo, te va a tener que gustar todo los que en otras empresas hacen en administración, secretaría, comunicación, marketing, etc. Al principio no tienes ni idea, das muchos pasos en falso, te equivocas y aprendes.

¿Cómo gestionas la incertidumbre que implica ser autónoma, ahora y siempre?

Ha habido algo que he aprendido y es que dedicarte a tu trabajo es un ejercicio de libertad que también conlleva importantes renuncias.

En mi caso me he dado cuenta de que adaptarse a la realidad económica que hay es muy importante: que tu forma de vida se ajuste a lo que ganas y no al revés. Hay temporadas en los que los ingresos son mínimos (y son muchas). Pues hay que gastar lo mínimo. Hay momentos en que vienen mejores tiempos, entonces es cuando lo puedes gastar o invertir. Tener una forma de vida austera y adecuada a esa realidad económica ha sido fundamental para poder llegar hasta aquí.
Yo soy de Madrid y creo que habría sido muchísimo más difícil desarrollar mi profesión allí que donde vivo desde hace 15 años, en un pueblo del norte de Cáceres. Aquí los alquileres, la comida el ocio, todo es muchísimo más barato que en una gran ciudad.
También hay que encontrar el equilibrio entre saber pedir ayuda económica cuando se necesita (no tirar la toalla a la primera de cambio), pero en un ejercicio realista: no se puede una endeudar cuando no hay certeza acerca de los trabajos que van a entrar. En fin, que para ser autónoma te tiene que gustar el funambulismo.

Sin embargo, hay una certeza de fondo, una seguridad en que lo que hago es hermoso y disfruto haciéndolo, también que hay gente que disfruta con el resultado de mi trabajo. Poco a poco voy recogiendo los frutos de todo lo que he ido sembrando a lo largo de este tiempo, y esto me permite mirar con esperanza mi futuro profesional.

Si quieres conocer algo más de Leticia:

@leticia_ruifernandez

https://leticiaruifernandez.es/