Un negocio es como un puzle donde tienen que encajar distintas piezas. En el post «Tú eres lo más importante en tu negocio» hablaba de ti, y hoy nos vamos a enfocar en las personas a las que te diriges. Para que esta relación de intercambio funcione tenemos que crear soluciones que se adapten a las necesidades reales de nuestros clientes y conectar con ellos de manera genuina.
Sabemos que:
- La perspectiva técnica no es suficiente para crear buenas soluciones e innovar
- No podemos correr el riesgo de crear productos/servicios que no los quiera nadie.
- El usuario/a actual cada vez tiene más poder, cambia e influye más.
- Las decisiones de este usuario/a no son tomadas de manera puramente racional, sino de manera compleja y con un fuerte contenido emocional.
El Pensamiento de Diseño nos propone una nueva manera de pensar y hacer , que acompañada de una metodología y herramientas, facilitan la resolución creativa de problemas poniendo a las personas en el centro del proceso de diseño.
Es una disciplina que nos ayuda a:
• Diseñar creando valor real para quienes nos dirigimos y por tanto involucrándolos, investigando y empatizando con sus verdaderas necesidades.
• Generar soluciones diferentes, siendo clave potenciar las competencias creativas en las organizaciones.
• Aprender constantemente en base a la experiencia y al feedback de los usuarios/as , para lo cual necesitamos trabajar iterativamente prototipando.
El Design Thinking parte de apreciar la insuficiencia de la perspectiva puramente ingenieril a la hora de diseñar soluciones, y la necesidad de enriquecer este prisma con otros más humanísticos: como la psicología y sociología, el diseño participativo o metodologías del trabajo creativo. El Design Thinking es fruto de la mixtura de herramientas de todas estas disciplinas.
Tom y David Kelley, fundadores de la consultora IDEO, una de las empresas de base creativa más importantes de todo el mundo, junto con Tom Brown CEO de la compañía, fueron quienes en los años 90 dieron cuerpo y estructuraron como tal la metodología que conocemos como Design Thinking. Sobre esta base a posteriori han surgido variaciones. DT realmente es un marco de trabajo no rígido con vocación de adaptarse y crecer.
Su enfoque centrado en las personas no sólo apunta hacia el usuario, sino al interior de las organizaciones donde moviliza la creatividad y el talento colectivo. Su integración dentro de nuestros procesos de trabajo nos dará doble beneficio:
• A nivel estratégico y de modelo de negocio: innovando en la creación o mejora de productos o/y servicios.
• En la cultura organizativa: aportando un método de trabajo creativo y colaborativo.
En próximos posts descubriremos algo más sobre sus fases, herramientas y experiencias de uso.