Hay una diferencia entre escuchar, y esperar tu turno para hablar.
Simone Sinek
La comunicación es esencial para una empresa y en ella solemos poner mucho foco en nuestro papel como emisores, pero a veces descuidamos la escucha. Sin embargo manejar ambas vías, emisión y recepción, es clave si queremos comunicar de manera eficaz.
La frase de “Escucha al cliente” siendo cierta ya no es suficiente. Los modelos organizativos están cambiando y las estructuras son cada vez más abiertas, horizontales y ágiles. Nos vemos inmersos en un entramado de relaciones donde tú, tu equipo, tus clientes, los stakeholders, conforman un coro de voces diversas que conviene identificar y aprender a escuchar con atención.
Escucharte a ti.
Escucharte es clave porque cada día tienes que tomar decisiones donde tu propio criterio es esencial. Saber darte el espacio y el tiempo para saber qué necesitas, qué quieres como persona y desde el rol que tienes en tu empresa, es clave para orientarte y conectarte con tu proyecto.
Y cuando hablamos de escucharnos, podemos encontrar muchos niveles. Somos seres tricerebrados, con tres motores : mental, emocional e instintivo. Se trata de escuchar que nos dice nuestra mente, nuestro corazón y las tripas.
Dentro de nosotros hay distintas perspectivas marcadas por esos tres centros y también por los dos hemisferios cerebrales, que necesitamos integrar. A la hora de tomar decisiones los datos son importantes y la voz de la intuición también.
Si tu empresa la conformáis varios socios y tenéis equipo, ni que contarte la importancia de la escucha en las relaciones. Si quieres enriquecerte con la perspectiva que cada cual puede aportar, tienes que saber aprender a escuchar y tener en cuenta realmente a las otras personas con las que trabajas. Adquirir habilidades en este sentido se hace necesario para poder liderar y trabajar en equipo.
Escuchar a tu cliente. Todas las metodologías para la innovación como Lean Startup o Desing Thinking hacen hincapié en escuchar al cliente. No podemos construir soluciones en abstracto sino soluciones para personas de carne y hueso con necesidades, problemas y resistencias que nos conviene saber. Si nuestra solución no es la solución del cliente no hay negocio.
Así que es clave generar mecanismos que permitan generar conversaciones con el cliente, para recoger su feedback de manera continua, y construir con éste soluciones y mejoras.
Stakeholders: Un proyecto está en interconexión, estamos rodeados de proveedores de productos o servicios, de socios, de instituciones públicas o privadas con quienes nos relacionamos, de medios de comunicación, etc.
Todos aquellos con quien te relacionas directa o indirectamente configuran un entramado de de intereses que te influyen y sobre los que puedes influir, saber identificar y escuchar estas voces es clave.
Tendencias: Un proyecto es un universo que poder mirar desde distintas lentes macro o micro. El entorno macro influye: la situación socio económica y política internacional, nacional, marcos legislativos, hábitos de consumo que cambian, etc. Así que algo que te conviene saber escuchar es ese entorno y ver como tu proyecto se enmarca dentro de este escenario.
Un negocio se conforma como un sistema, un lugar de intercambio y conexiones donde escuchar es clave para relacionarte y conectar.
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