Cuando emprendemos es clave aprender a poner foco. En nuestra cabeza o en el papel todas las ideas, deseos e intereses caben, pero a la hora de materializar necesitamos priorizar y elegir. La deseabilidad, sin más, contribuye a que nos dispersemos y acabemos por hacer nada o poco.

Por esta razón en mis sesiones de acompañamiento y formaciones trabajo mucho el poner foco. Un foco que bajo mi punto de vista tiene varias perspectivas y argumentos:

PASO A PASO

Emprender es un camino donde pasamos por distintas fases, es mejor no adelantarse ni querer hacer todo al mismo tiempo. Cada parte de este proceso te va a requerir un tiempo, dedicación y aprendizaje concreto. Además, las fases están interrelacionadas, necesitas A para pasar a B, así que concentrarse en el paso de ahora es importante.

AHORA

Emprender es navegar en la incertidumbre. No sólo porque los contextos en los que nos encontremos sean cada vez más inciertos, sino porque impulsar un proceso propio es incierto en sí.

Cuando alguien emprende tiene que asumir el riesgo, el resultado de lo que hagamos no está garantizado. Podemos prepararnos, analizar bien el mercado, tomar decisiones con conocimiento e información, pero seguridad al 100% no se tiene nunca.

Por este motivo se están dejando de utilizar herramientas de planificación lineales tradicionales y se utilizan cada vez más herramientas ágiles como Lean Startup que nos permitan ir desarrollando en  pasos pequeños,  probando y modificando nuestra propuesta según el feedback que vayamos teniendo.

Aquí tienes un artículo que te recomiendo leer para profundizar más al respecto Lean Startup como crear desde la incertidumbre.

TU CLIENTE

Por más que hayamos escuchado la frase de “café para todos, café para nadie” cuesta entender, para quien se inicia, que ni es posible ni necesario llegar a todo el mundo.

Es una cuestión de sentido común: Sin clientes no hay negocio. Tipos de clientes hay muchos, a todo el mundo no le interesa lo que tienes entre manos, como a ti no te interesa todo lo que te ofrecen. Por tanto, es clave que buena parte de tu trabajo estratégico se dirija a conocer cómo es y cómo llegar a tu cliente ideal, ese en el que sí encaja tu propuesta de valor. Esto conlleva un trabajo de análisis, comprensión y comunicación que implica tiempo y energía. Por tanto, por eficiencia y eficacia es conveniente aprender a focalizar.

En estos dos artículos comprenderás mejor la importancia de poner foco en tu cliente  La clave es el quien y Design thinking: diseño centrado en las personas.

IDENTIDAD

A veces queremos que nuestro negocio sea un bazar donde vender de todo. Pero a excepción de que montes un supermercado, una tienda de todo a 1 euro o un bazar, como te decía, te conviene focalizar.

A tu clientela le convine tener claro qué es lo qué ofreces, y así poder identificarte como una solución cuando lo necesite.

También casi cualquier propuesta de valor que tengas entre manos, ya sea un producto o servicio, en general requiere de mucha dedicación para que puedas ofrecer calidad.

Es verdad que existen perfiles más concretos y otros más multifacéticos, las personas y los proyectos no son todos iguales. Si tienes varias líneas, puedes ofrecerlas en un mismo modelo de negocio cuando haya coherencia y se refuercen entre sí, o también puedes tener proyectos paralelos con distinta identidad.

Hacer de todo aparte de improductivo puede ser agotador. así que es clave hacerse preguntas clave a la hora de elegir en que quieres, puedes y te conviene ofrecer al mundoEsto facilitará que tu cliente identifique más claramente qué le puedes ofrecer y le des confianza.

En el artículo Tu eres lo más importante para tu negocio puedes encontrar algunas claves para ello.

EL APRENDIZAJE

Piensa que todo este proceso es un nuevo camino de aprendizaje, y no nos podemos comer toda la tarta de una vez sin peligro de indigestarnos. Así que es clave ir centrándose en que hacer ahora, y que necesitas para ello. Paradójicamente si quieres avanzar tienes que saber no adelantarte sino estar en cada momento donde corresponde.

LA ESTRATEGIA

No me canso de decirlo, emprender no es sólo hacer un trabajo operativo, sino estratégico. Necesitamos claridad y orden para enfocar nuestros recursos en ambas facetas. No todo lo que hacemos tiene las mismas connotaciones, es igual de rentable o tiene el mismo retorno. Saber elegir qué y para qué es clave. Y eso necesita nuevamente decidir.

En este post Qué es una estrategia te hablo más sobre ello.

PARAR

A veces vamos como pollos sin cabeza, creemos que como estamos “haciendo y haciendo” todo marcha, pero mucho de ese hacer puede estar más alentado por la inercia que por el sentido común. Para revisar, decidir y priorizar vas a tener que hacer paradas. No se trata de parar en seco, de manera total, algo difícil para alguien que vive de su propio trabajo, sino introducir momentos de reflexión en la dinámica de tu proyecto. Esas paradas son como el barbecho, nos permiten después seguir con más foco y sentido.

ATENCIÓN

Hay un libro que recomiendo que se llama The One Thing y que habla concentrarnos en una sola cosa en cada momento .Yo que soy practicante de meditación  y seguidora de tradiciones como la  budista, veo el gran paralelismo en esta clave y la enseñanza que recibí la primera vez que fui a un monasterio zen. Allí a través de Samu o trabajo diario, me enseñaban a poner la atención plena en cada aspecto cotidiano de mis tareas: pelar una zanahoria, limpiar un cristal o escribir un documento.

Hoy en día ya sabemos que tenemos mil distractores que hacen que nuestra atención se disipe, tienes que contar con ello y con todas las invitaciones al multitasking o a apagar diez mil fuegos que roban tu atención y te sacan constantemente del foco.

Modificar un hábito cuesta, pero es posible, en este post te cuento algo más sobre ellos Los hábitos esos huesos duros de roer.

En definitiva, el foco es una cuestión de toma de decisiones y realismo. A veces en la cabeza se nos ocurren mil ideas, pero la realidad se construye de acción y materialización, en ese trasvase hay que saber elegir.

Poner foco despeja el campo de visión y de acción, ayudándonos a avanzar más certeramente en el camino. Nos ayuda a trabajar mejor y también a ser más ágiles, no desperdiciar sino utilizar lo mejor posible el tiempo, dinero y energía, algo que para quien emprende son tesoros.

Share This